martes, 11 de diciembre de 2007

Bendita sea la mañana,
bendito el nuevo día,
bendita la oportunidad que hoy tengo para bendecir.
Bendigo tu vida y el fruto de tus manos,
bendigo tus sueños y declaro que estos nunca estarán limitados por el presupuesto.
Bendigo a los que te bendicen,
bendigo a tus amigos y a tus enemigos, ya que estos últimos te han hecho más fuerte.
Bendigo tus caminos,
te bendigo a ti y a quienes te rodean,
pero sobretodo bendigo ese corazón hermoso que tienes
y a aquel que inventó las bendiciones,
que Dios te bendiga hasta que sobreabunde.

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